La escultura Apol·lo, situada en los jardines de la Fragata y que fue decapitada este pasado Carnaval por una acción vandálica, ha recuperado su esplendor, después de un proceso de restauración impulsado por el Consorci del Patrimoni de Sitges y la Concejalía de Cultura. La pieza, de la cual se desconoce la fecha de creación, ha vuelto a su sitio y luce de nuevo todas las piezas de su cuerpo, además de un aspecto inmejorable, gracias al trabajo de recuperación integral llevado a cabo por la restauradora Mónica Roca Luján.
El Apol·lo es una de las tres esculturas donadas por el doctor Jesús Pérez Rosales e instalada el 1977 en la Fragata (las otras dos son Mercuri y Diana). Es de piedra artificial, hace 1,30 cm de altura y está situada sobre un pedestal de 65 cm. El pasado Carnaval fue víctima de una gamberrada, que le provocó la pérdida de la cabeza y de uno de los brazos. Afortunadamente, pero, las dos piezas fueron recuperadas y ahora han podido ser restituidas.
Además de rota, la pieza estaba dañada para estar a la intemperie, sufriendo cambios de temperatura y humedad, lluvia, viento, etc. La parte superior estaba especialmente perjudicada, cubierta de una costra grisácea y también tenía líquenes y algas, muchas grietas y fisuras, así como manchas, arañazos y marcas. La parte inferior, piernas, base y pedestal, también tenían mucha acumulación de suciedad incrustada.
La intervención de restauración comenzó con la limpieza de toda la superficie, tanto de la figura como del pedestal. Como la corteza y la suciedad estaban incrustadas en el mármol, fue necesario hacer una limpieza química y aplicar la disolución con apósitos de pasta de celulosa y que posteriormente se enjuagan con agua destilada. Este proceso se repitió hasta conseguir el resultado deseado.
Seguidamente, se engancharon las tres partes de la escultura, y para reforzar la unión se colocaron internamente unas pequeñas varillas de fibra de vidrio. Finalmente, se han puesto masilla en todas las grietas y fisuras para impedir que el agua se filtrara y ayudara a disgregar la piedra.
El martes de la semana pasada, la Brigada Municipal colocó la figura nuevamente sobre la base, con ayuda de un toro para desplazarse y una grúa para subirla. Y para evitar una nueva caída, se han fijado dos varillas de fibra de vidrio y adhesivo cementoso blanco.