El Cau Ferrat recupera unas vidrieras que retrató Santiago Rusiñol

La Sala del Brollador del Cau Ferrat ha recuperado las cinco vidrieras que retrató Santiago Rusiñol en una obra de 1894 y que se retiraron hace aproximadamente cincuenta años. Las obras de reforma del Cau han permitido la recuperación y restauración de estos cinco medallones de 32 centímetros de perímetro cada uno, y que ya se han instalado en los ventanales de uno de los espacios más relevantes del Cau.  
Los cinco medallones representan motivos florales y naturales y son anteriores al Modernismo. Rusiñol los instaló en los ventanales de la Sala del Brollador, cuando se construyó el Cau Ferrat. En 1894 aparecieron en la obra Maria Rusiñol al Cau Ferrat, en la que el artista retrató a su hija delante de las vidrieras. Al lado de la niña aparece el biombo japonés que data de los siglos XVIII-XIX y que fue la Peça del Mes de la semana pasada.  
Los cinco medallones se retiraron de la sala hace cerca de cincuenta años guardándose en los almacenes de los Museus. El proyecto de reforma del Cau Ferrat, finalmente aplicado, que persigue y favorece la protección de los elementos patrimoniales, ha permitido la recuperación. Las cinco piezas se han colocado en el centro de las vidrieras de los ventanales, en la fachada marítima del Cau.  
El proceso de restauración de las cinco piezas se ha realizado en los talleres de Vitralls Bonet, junto con el resto de vidrieras del edificio. El trabajo llevado a cabo ha sido artesanal y, así mismo, objeto de una cuidadosa y precisa labor de recuperación, con el fin de que los medallones se volvieran a exhibir en el mismo lugar que estaban hace 120 años. Para asegurar la conservación de estos y del resto de vidrieras, el proyecto de reforma del museo ha aplicado medidas de protección en los ventanales a través de filtros y cámaras que neutralizan el impacto del mar y de la luz.  
El óleo en el que aparece Maria Rusiñol es la única pintura realizada por Rusiñol con una cierta panorámica del Cau Ferrat. La imagen, al fondo de la obra, de su hija ilustra los días en que la niña jugaba en el Cau con otras pequeñas del barrio como Teresa Mirabent Planas (retratada en la Nena de la clavellina, de Rusiñol), Rosa Muntanè Sardà o la pequeña Parcerisas.