El Cau Ferrat cumple ochenta años

Fue el Domingo de Pascua de hace ochenta años. El 16 de abril de 1933, se ianuguró el Cau Ferrat como museo público. El acto se convirtió en un acontecimiento cultural y social, no solo en Sitges, sino en el conjunto del país (La Vanguardia le dedicó la página 3), tanto por la colección que reunía y presentaba el museo como por la importancia que obtuvo su inauguración, con el president de la Generalitat, Francesc Macià, a la cabeza. Ochenta años después de esta inauguración, Sitges se prepara para recibir, en este 2013, al Cau Ferrat totalmente reformado, manteniendo su espíritu y los elementos patrimoniales que le hicieron único en 1933.  
Aún no hacía dos años que había muerto Santiago Rusiñol y que había legado al Ayuntamiento de Sitges el Cau Ferrat, la emblemática casa-taller desde la que convirtió a Sitges en el punto central del Modernismo a finales del siglo XIX. El Ayuntamiento decidió convertir el Cau en un museo y en esta idea contó con la inestimable ayuda de la Junta de Museus de Barcelona, por encargo de la Generalitat y con el constante seguimiento del conseller Ventura Gassol.  
Fue Gassol el que presidió el Patronat del Cau Ferrat creado con el objetivo de establecer y gestionar el museo. Además del conseller, el Patronat estaba integrado por el alcalde, Josep Costa, concejales de la corporación, representantes de la Junta de Museus, Josep Maria Planas en representación de la familia Rusiñol y cuatro vecinos de Sitges de reconocida trayectoria cultural: el poeta Trinitat Catasús, el escultor Pere Jou y los artistas Arcadi Mas i Fontdevila y Joaquim Sunyer.  
El Cau Ferrat se constituyó sobre el importante fondo reunido por Santiago Rusiñol (una de las colecciones privadas más importantes de Europa) agregando una colección de hierro entregada por la Junta de Museus. La suma de las colecciones de hierro de Rusiñol y de la Junta configuró una de las más interesantes de este segmento del Estado.  
El acto de inauguración paralizó Sitges, como todo lo que tenía que ver con Santiago Rusiñol. La presencia de Francesc Macià en Sitges despertó, además, una inusitada expectación. A ese evento se añadieron las mujeres de la Associació del Ram de tot l’any, creada un año antes en homenaje al senyor del Cau. Con motivo de la inauguración llegó a Sitges gente de toda Catalunya, e incluso de fuera, con la intención de celebrar la apertura del Templo del Modernismo como museo público.