Ciencia y poesía del arte cinético

El pasado jueves 18 de julio, la Fundació Stämpfli acogió la conferencia “Ciència i poesia de l’art cinètic: velocitat, potència, turbulència i caos”, que pronunció el reconocido físico y poeta David Jou i Mirabent. La charla –enmarcada dentro del programa del Sitgestiu Cultural 2013- constituyó un interesante recorrido por la historia paralela de la ciencia y el arte en movimiento, y desembocó en Cinetik !, la muestra que la Fundació exhibe en sus instalaciones y que presenta la obra de trece artistas representativos de esta corriente. A continuación, reproducimos un resume elaborado por el mismo David Jou.  
Como actividad complementaria a la exposición Cinetik ! de la Fundació Stämpfli, me pareció oportuno dar una conferencia sobre ciencia y poesía del arte cinético, para poner de manifiesto el doble papel que juega la ciencia en este arte, proporcionando medios técnicos para llevarlo a cabo y contribuyendo a su marco conceptual.  
La relación entre la luz y el movimiento en el arte puede ser considerada desde cuatro perspectivas: la naturaleza, la tecnología, la ciencia y la filosofía. En la naturaleza, los juegos de luz producidos por el movimiento de nubes o de las ondas son una fuente de sorpresas: nos hablan de lo sagrado, del misterio, de la revelación –pensamos en el primer capítulo del Génesis, o en las ideas neoplatónicas de la luz como base divina de la realidad–. En la tecnología, el cine, o las experiencias del tren el coche y el avión suscitaron, hacia 1913, diferentes vertientes del futurismo, con una exaltación del movimiento en escultura y pintura: los conceptos son, en este campo, la velocidad, la fuerza, la potencia, la turbulencia. Esta será la fase que entre los años 1910 y 1930 estimulará un arte cinético en artistas como Boccioni, Balla, Duchamp, Delaunay y Rodchenko y Calder.  
En los años 1950 se entra en una nueva fase del arte cinético. El interés es más sutil, se centra más en los juegos ópticos de diferentes formas y en poner de manifiesto la inestabilidad de la realidad de fondo, no tan solo la de los coches, trenes y aviones, sino también la de la realidad del mundo físico, económico, sociológico y político: los conceptos clave son la vibración, la interferencia, la distorsión, la permutación. La filosofía, finalmente, no es ajena a estas experimentaciones: los conceptos son la relación entre instante y movimiento, la naturaleza del tiempo y de la percepción, y que es el conocimiento. Nombres relevantes, para limitarnos a unos pocos, podrían ser Scheffer, Vasarely, Munari, Boriani, Varisco, Turrell, y, de forma especial, los autores representados en la exposición de Sitges: Tomasello, Soto, Duarte, Sobrino, Boto, Vardanega, Cruz-Díez, Asís, García-Rossi, Crespin y Stämpfli.  
Las bases físicas inspiradoras de este arte son la mecánica y la informática (movimiento), la óptica (luz), y la neurofisiología (percepción). Motores, vibraciones, rotaciones, fractales, a tractores extraños, flashes, colores, interferencias, reflexiones, láseres, hologramas, exaltación, sorpresa… En un futuro cercano se explorará, indubitablemente, las nuevas aportaciones de la optogenética en el estudio del cerebro: redes neuronales esdevenidas luminosas y parpadeando según su actividad sensorial o cognoscitiva en concreto.  
Algunos de los recursos citados son ilustrados de pleno en las obras expuestas en Sitges: obras formadas por la superposición de dos niveles separados por redes o rejas que interfieren entre ellas y que abren una gran diversidad de formas a cada movimiento del espectador; obras que conllevan su propio dinamismo de luz y de formas variables; o esculturas que exhiben mediante su vacío o su reflejo, una multiplicidad. Conviene que el espectador dedique un breve espacio de tiempo a hojear los diferentes catálogos. Si lo hace verá como cada obra expuesta es la punta de un iceberg de una vida de exploración artística, vidas que se mezclan en esta exposición singular, estimulándonos e invitándonos a considerar la inestabilidad de la realidad, un tema plenamente vigente en la economía, la política y la espiritualidad del tiempo que estamos viviendo.  
David Jou i Mirabent