En todo el mundo, cerca de 3.000 millones de personas usan habitualmente las redes sociales. Una cifra que no solo equivale a un tercio de la población mundial, sino además no para de crecer.
Hoy en día, encontramos plataformas sociales en diferentes formatos. Desde las propias redes sociales a foros, microblogs, juegos o lugares donde compartir imágenes. Como la página de Flickr del Consorci del Patrimoni de Sitges. Sin olvidar las bitácoras personales e institucionales, como el Blog que acaban de crear sus museos.
Redes para comunicar y participar de la cultura
La gente no solo aprende escuchando, hablando, leyendo y mirando, sino también explorando aquellos recursos digitales que encuentra.
Mientras muchas empresas usan redes sociales para promocionar sus productos, son instituciones como los museos quienes más y mejor contenido pueden ofrecer. Con el claro propósito de que la comunicación funcione en ambas direcciones.
El uso de las redes sociales en museos, más allá de la autopromoción, busca estrechar lazos con el público y aprender a su lado de tres maneras:
Comunicar, explicando detalles del museo, sus colecciones y su trabajo
Consultar, acogiendo nuevas ideas, información o piezas para preservarlas
Participar, implicando activamente al público en la creación de nuevas exposiciones y eventos
De todas ellas, la participación es la más importante. La gente usa redes sociales para invitar a otras personas y formar con ellas una comunidad. Tal y como deberían hacen los museos pueden hacer lo mismo: invitar a su público a unirse a ellos proporciona una experiencia mucho más rica tanto para el museo como para sus seguidores.
En busca de la ‘comunidad virtual’ de los museos
Es tan sencillo como pensar que si los museos usan redes, plataformas y blogs para descubrir que se busca y crear lugares de encuentro, el público deja de ser usuario para formar parte de una comunidad que colabora con al museo. Una estrategia permite implicar a grupos diversos, llegando incluso a explorar nuevas propuestas. ¿De qué manera?
En la colección e investigación, ayudando a evolucionar y reinventarse al propio museo
En la promoción y respuesta, integrando al público y escuchando su voz
En la financiación, mediante el micromecenazgo y el patrocinio
La forma de comunicarse cada vez vincula más las redes sociales con las aplicaciones, como la app de los Museos de Sitges. Sea cual sea el contacto entre museo y usuario.
Así, gracias a las apps, los visitantes a un exposición usan sus teléfonos para relacionarse activamente con aquello que están descubriendo. Mientras que el museo gana la capacidad de llegar a personas que nunca lo han visitado.
Por ello es tan importante conectar con el público y evitar la habitual trampa de las redes sociales. Aquella que permite a colgar contenido promocional sin mostrar interés por la opinión del público y que puede llevar a considerar al seguidor como simple comprador de entradas.
Las redes sociales de los museos deben ser mucho más. Y pretender implicar a cada uno en el trabajo de la institución.
¿Qué opinas? ¡Esperamos tu respuesta en los Museos de Sitges!
Creditos fotográficos
© Arxiu Fotogràfic del Consorci del Patrimoni de Sitges
Xavier Garcia, bibliotecario en Museus de Sitges
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