“Fulls de la vida”, de Santiago Rusiñol. Introducción a la obra literaria

Cartel del libro Fulls de la vida, de Santiago Rusiñol i Prats y Miquel Utrillo i Morlius
Barcelona, 1898
Litografía sobre papel
Museu del Cau Ferrat, Sitges. Col. Santiago Rusiñol

Así es como la Tipografía l’Avenç completa el título de esta obra literaria de Santiago Rusiñol en la 1ª edición aparecida en 1898.

Efectivamente se trata de una colección de cincuenta y seis textos cortos escritos por él y acompañados con ilustraciones de Ramon Pichot.

El conjunto total de cincuenta y seis textos, viene acompañado de cuarenta y tres dibujos de Pichot que van ilustrando, como es natural, el libro. La obra se organiza en diferentes apartados con una especie de prólogo conformado por tres relatos: (“Al lector”, “A l’aventura”, “Col.lecció del cor”) que encabezan la obra a modo introductorio y programático y cuatros grandes grupos que siguen los ciclos estacionales: Fulls de Primavera (con 11 relatos más 8 ilustraciones), Fulls d’Estiu (con 14 relatos más 7 ilustraciones), Fulls de Tardor (con 10 relatos más 10 ilustraciones) y Fulls d’Hivern (con 10 relatos más 5 ilustraciones). Además, hay al final un colofón, Darrers Fulls (con 8 relatos más 5 ilustraciones), que se caracterizan por su brevedad y por estar dedicados al tema de la muerte, tema que se manifiesta omnipresente en toda la obra en estrecha relación con el cementerio como su principal escenario.

Cinco de los 43 dibujos de Pichot no ilustran sin embargo ningún texto del libro sino que acompañan el título general de cada uno de los cinco grandes grupos de relatos referidos de tal modo que los 38 restantes acompañan siempre a un gran número de relatos de cada uno de esos apartados, apareciendo tan sólo en tres ocasiones dos ilustraciones para un único relato.

Agradecimiento, de Ramon Pichot i Gironès (hacia 1898). Original para ilustrar el libro de Santiago Rusiñol Fulls de la vida
Dibujo a lápiz carbón y tinta pulverizada sobre papel
Museu del Cau Ferrat, Sitges. Col. Santiago Rusiñol

Fulls de la vida” es la tercera compilación de textos escritos en catalán y publicados de una manera consecutiva a los anteriores a lo largo de tres años tras la aparición de “Anant pel món” en 1896 y “Oracions” en 1897, aunque en esta ocasión no se tratara por la inmediatez de las publicaciones de un conjunto disperso de artículos de costumbres como en “Anant pel món” donde recreara el lado más sórdido de la existencia, ni se tratara tampoco de un libro de poemas en prosa como el de “Oracions” con el que Rusiñol ensayaba en el ámbito literario la idea de Arte Total al acompañar la obra de los 32 dibujos de Miquel Utrillo que la ilustran y de las composiciones de Enric Morera que musicalizaban determinados pasajes a modo de música incidental.

En “Fulls de la vida” Rusiñol presenta sin embargo una serie de relatos en los que empieza a arrinconar el costumbrismo de sus primeros textos, aunque no llegará deshacerse jamás del mismo, para comenzar a acercarse al simbolisme i el decadentisme como consecuencia de los nuevos intereses que alentaban su producción pictórica. Así vemos como Rusiñol combina las tendencias estéticas observables en esas obras anteriores, con una diferencia importante al pretender superar ampliamente la concepción del estricto cuadro costumbrista para adentrarse prácticamente en el ámbito del cuento. De este modo en relatos como “Llibertat“, “El pati blau“, “Aucells de pas“, “Gent de bé“, “Miseria mate” o “El veí” encontramos un Rusiñol preocupado por dar una mayor narratividad a su prosa potenciando los argumentos y la sucesión temporal y podríamos considerarlos como verdaderos avances argumentales, redactados con anterioridad en forma de relatos cortos, de futuras obras dramáticas que habrían de proporcionarle popularidad y en las que, a diferencia de éstos, supera la pura anécdota de los hechos narrados para reutilizarlos con un efecto dramático que desvela la fatalidad del drama psicológico escondido en una realidad aparentemente anodina.
El año de nacimiento de 1871 de nuestro ilustrador el también pintor Ramon Pichot, exactamente diez años más joven que el autor de los “Fulls de la vida”, determinó que, habiéndose relacionado con los modernistas de la generación precedente especialmente con Santiago Rusiñol en entorno al Cau Ferrat de Sitges y las conocidas fiestas modernistas, se convirtiera en el nexo de unión entre aquellos y la siguiente generación de artistas catalanes aún más jóvenes, a la que pertenecía compartiendo amistad y colectivo en la denominada Colla del Safrà. No en vano presentó obra con Canals, Mir, Nonell, Casas y Rusiñol, en la primera exposición de Els Quatre Gats en 1897.

Pichot cumplió su deseo de viajar a París al igual que otros artistas catalanes pero a diferencia de muchos de ellos se instaló allí a partir de 1902, integrándose en los círculos artísticos de la capital francesa y compartiendo la vida bohemia con su amigo Pablo Picasso, siendo quizás por ello el artista catalán que más expusiera en esa ciudad. Antes del cambio de siglo, cuando Pichot se movía entre Barcelona y París, debutó en el Salon des Indépendants de 1895 con cuatro óleos y fue uno de los artistas presentes en la Sala de los “fauves” del Salon d’Automne de 1905 que ocasionó el gran escándalo que supuso el nacimiento del fauvismo como primer movimiento de vanguardia. Sus obras habían sido expuestas allí seguramente por haber sido calificadas por la crítica como pinturas de vívidos colores, tan vívidos como uno de los dos óleos que se exhibe en el Cau Ferrat, concretamente en su vestíbulo.

Finalmente murió en esa ciudad donde yace enterrado en el Cimetière de Saint-Vincent en Montmartre, compartiendo tumba con su esposa, la modelo Laure Gargallo por la que antes se suicidara Casagemas y fuera también con anterioridad amante de su amigo Picasso.
Nada de todo ello desluce y ensombrece sin embargo algunos de los dibujos de Pichot que ilustraron los textos de “Fulls de la vida” que se exhiben, quizás desapercibidos, en el vestíbulo del Cau Ferrat y que aquí presentamos como ilustraciones acompañadas de su correspondiente texto y nada de todo ello hace olvidar el viaje que, en el mismo año de la publicación, realizara Pichot a Granada acompañando al Señor del Cau, el amigo que continuaba con los dolores de siempre y seguía elevando para su alivio las dosis de morfina. De ese mismo año de 1897 es también el impactante retrato del dormitorio que Pichot realizara a Rusiñol. Un dibujo a lápiz carbón y tinta polvorizada, (la misma técnica de los dibujos de “Fulls de la vida”), que lo representa con triste figura, doliente y con una mano en el pecho.

Últimas hojas, de Ramon Pichot i Gironès (hacia 1898). Original para ilustrar el libro de Santiago Rusiñol Fulls de la vida
Dibujo a lápiz carbón y tinta pulverizada sobre papel
Museu del Cau Ferrat, Sitges. Col. Santiago Rusiñol

Una obra universal de Santiago Rusiñol de la que, próximamente, vamos a conocer en detalle algunos de sus episodios más representativos:

AUCELLS DE PAS (Fulls d’Istiu)
HISTORIA DE DOS PICAPORTES (Fulls d’Istiu)
L’ORANGUTAN BOIG (Fulls d’Istiu)
ELS AMICS DEL SOSTRE (Fulls de Tardor)
NOCTURN (Fulls de Tardor)
SUROLLS DE QUIETUD (Fulls de Tardor)
UNA “JUERGA” TRISTA (Fulls de Tardor)
UN ENTERRO (Darrers Fulls)
ANIMES ENAMORADES (Darrers Fulls)

Crèdits fotogràfics

© Arxiu Fotogràfic del Consorci del Patrimoni de Sitges

Bibliografía

Casacuberta, M. (1997): Santiago Rusiñol: vida, literatura i mite. Barcelona: Publicacions de l’Abadia de Montserrat. 616 p.

Jorge Pérez Vela, Guía y Atención al Público en Museus de Sitges

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