Una mirada feminista al Cau Ferrat
Esta propuesta cultural y educativa permite releer la colección permanente del Museu del Cau Ferrat en clave de género para reivindicar el papel de las mujeres en la cultura visual y el mundo del arte. Asimismo este proyecto también tiene la voluntad de incentivar la participación y el diálogo de la sociedad con los museos a través de un tour virtual y un conjunto de actividades para reflexionar sobre los estereotipos y las desigualdades de género.
La concejalía de Cultura y la concejalía de Derechos Sociales, Ciudadanía, e Igualdad del Ayuntamiento de Sitges, impulsan junto con el Consorcio del Patrimonio de Sitges, el proyecto 'Una mirada feminista en el Cau Ferrat'. Esta propuesta cultural y educativa incluye una visita guiada, que permite releer la colección permanente del Museu del Cau Ferrat en clave de género para poner en valor el papel de las mujeres en la cultura visual y el mundo del arte; un tour virtual, y un conjunto de actividades pedagógicas dirigidas a escuelas e institutos.
El itinerario con perspectiva de género reflexiona sobre la escasez de obra de mujeres artistas que hay en el fondo de Santiago Rusiñol y, sobre todo, analiza la representación de las mujeres que son exhibidas en las obras artísticas (idealizadas, madres, esposas o amantes de artistas consolidados). Esta revisión necesaria del discurso institucional ofrece una nueva lectura y una nueva valoración tanto de las obras seleccionadas como del contexto expositivo del Cau Ferrat y las obras que explican la mirada del artista modernista, de su clase social (la burguesía) y del movimiento del Modernismo y del arte catalán.
Este itinerario por el Cau Ferrat con perspectiva de género quiere poner de relieve los imaginarios construidos en torno a las mujeres del paso del siglo XIX y XX, y cómo han llegado hasta nuestros días. Qué múltiples papeles han jugado las mujeres? ¿Qué representación han hecho escultores y pintores? ¿Qué ideales de feminidad expresan estas obras? Dónde están las mujeres artistas, trabajadoras, pensadores, activistas y feministas que intuimos al margen de estas telas y objetos escultóricos?. La revisión en clave de género permitirá activar nuevos significados y valores asociados a cada una de las obras seleccionadas, pero también al contexto expositivo del Cau Ferrat, proponiendo al público claves de lectura que se pueden aplicar a las percepciones cotidianas. A finales del siglo XIX las mujeres habían tenido participación como artistas, aunque minoritaria, los círculos modernistas catalanes como lo demuestran diversas exposiciones en la prestigiosa Sala Parés de Barcelona. El artista, Santiago Rusiñol, una figura importante del Modernismo, prácticamente no escoge ninguna obra de autoría femenina para exponer el Cau Ferrat, su casa-taller. El Cau Ferrat, considerado el Templo de las Artes, contenía colecciones de arte antiguo reunidas por él (pintura, forja, cerámica, vidrio, arqueología, escultura y mobiliario) así como de arte moderno (pintura, dibujo, escultura) con obras de Rusiñol, Casas, Picasso, R. Pichot, Mas i Fondevila, Enric Clarasó, Manolo Hugué y Pau Gargallo, entre otros, pero sólo se encuentran creaciones artísticas de Lluïsa Denís, su mujer, y de María Rusiñol, su hija. A finales del siglo XIX se ponen en marcha las primeras organizaciones feministas en Cataluña, clamando contra las opresiones de los roles de género impuestos. La actividad política y social de las mujeres cobrará cada vez más importancia en la esfera pública, como ya lo había tenido en las fábricas, el trabajo agrario y también en los círculos artísticos. Pero, el grueso de obras artísticas que encontramos exhibidas sobre las mujeres de la época dan un reflejo muy diferente.
Las comisarias del proyecto 'Una mirada feminista en el Cau Ferrat', Alba López y Nuria Arauna, han trabajado durante 6 meses para elaborar la guía y analizar el museo, aunque el proceso para confeccionar las actividades pedagógicas aún continúa. Para Alba López, "con este itinerario queremos reflexionar entorno por qué hemos construido imaginarios del pasado donde las mujeres ocupan roles muy restringidos. Si bien las historias del Arte canónicas apenas recogen obra hecha por mujeres, prestar atención a los detalles de estos trabajos y hasta los contextos de producción nos permite ampliar la perspectiva y pensar el género como un factor relacional ".
Nuria Arauna señala que "el Cau Ferrat, a pesar de que no hay otra obra de autoría femenina más que un conjunto de dibujos de María Rusiñol y un cuadro de Lluïsa Denís, sí podemos ver reflejada la actividad de las mujeres en espacios como los cabarets parisinos o el trabajo en el campo, y también encontrar retratos de artistas como Suzanne Valadon. No hay que pensar en mujeres singulares sino en el papel de las mujeres en el paso del siglo XIX y XX. "
Ámbitos de 'Una mirada feminista en el Cau Ferrat'
ÁMBITO 1: La mujer como sujeto del cambio histórico
A lo largo de la historia, las mujeres han sido agentes del cambio social y su trabajo ha sostenido sus entornos sociales y familiares. Su actividad política, intensa en la época del Modernismo catalán, tiene poca presencia en las obras artísticas pero se hace presente en los retratos de las anarquistas acusados por el proceso de Montjuïc.
ÁMBITO 2: Una feminidad idealizada
Las mujeres como garantes de los cuidados y la paz doméstica, en el ideal del "ángel del hogar", son las figuras más representadas en el arte de los siglos XIX y XX. La delicadeza, la inocencia, la infantilización, la fragilidad o la vulnerabilidad han convertido codificaciones asociadas a la feminidad, y maneras de regular el comportamiento de las mujeres.
ÁMBITO 3: Modelos y musas, mujeres deseadas
En el lugar opuesto del modelo del ángel del hogar, promesa de la felicidad doméstica, se sitúa la mujer deseable, sexualizada y menudo perversa, objeto de la mirada masculina y preferida de la historia del arte. Estos dos polos han servido para sancionar a los modelos de comportamiento de las mujeres hasta la actualidad.
ÁMBITO 4: La familia y los roles de género
El desarrollo del capitalismo industrial refuerza la división de roles y trabajo entre los hombres y las mujeres entendidos como sexos complementarios. Para los hombres, se considerará prioritario el trabajo asalariado y la presencia pública, y para las mujeres, el cuidado de la familia, el trabajo doméstico y la esfera de la privacidad. Esta división se ve reflejada en la vida personal de Santiago Rusiñol.
ÁMBITO 5: Mujeres que ocupan el espacio
Aunque en menor medida, el Cau Ferrat hay obras que nos muestran mujeres creadoras y activas en ámbitos públicos, como Suzanne Valadon, artista que fue admirada por los círculos modernistas franceses y catalanes. Valadon aprendió el oficio en el entorno de los cabarets de París, donde muchas mujeres ganarse la vida y transgredieron la moral burguesa.
ÁMBITO 6: El proyecto cultural de la feminidad en la historia del arte
El Modernismo tratará de representar de manera naturalista los paisajes humanos de la época, pero también es resultado de una tradición cultural. Al Cau Ferrat, a través de los estudios y copias de obras Renacentistas que hacía Rusiñol, podemos seguir en ella un canon pictórico marcado por el género que, a pesar sufra modificaciones a lo largo de los siglos, mantiene una serie de constantes en la representación de las figuras femeninas.
ÁMBITO 7: Los olvidos de la historia del arte
La historia del arte no es un relato neutro sino que, como todo relato histórico, expresa una mirada, unos intereses y unos valores determinados de quienes han contribuido a escribirla. Qué se prioriza y qué está ausente? Mirar y pensar en torno a las obras de arte y como exponen nos permite reflexionar sobre los criterios y el contexto en que estuvieron realizadas o salvaguardadas y en cómo será entendida nuestra sociedad el futuro.
El proyecto tiene el objetivo de incentivar la participación y el diálogo de la sociedad con los museos, planteando que el patrimonio es útil para pensar en debates contemporáneos como los estereotipos y las desigualdades de género.
Descarrega't els materials aquí: