Santiago Rusiñol fue nombrado Hijo Adoptivo de Sitges hace cien años

Santiago Rusiñol fue nombrado Hijo Adoptivo de Sitges hoy, 22 de enero, hace justo cien años. El Ayuntamiento, presidido por Pere Carbonell, aprobó por unanimidad en la  misma fecha de 1913 la concesión de esta distinción al ilustre artista, que había llegado a Sitges en 1891 y había convertido la localidad, desde su Cau Ferrat, en la meca del Modernismo.  
La distinción de Hijo Adoptivo fue anunciada por el alcalde Carbonell durante un banquete en honor de Santiago Rusiñol celebrado en el hotel Subur tres días antes. El homenaje fue impulsado por Miquel Utrillo, Miquel Martínez Mestre y Josep Planes Robert en reconocimiento a su trayectoria y por todo lo que había hecho Rusiñol en favor del arte en Sitges. La causa inmediata fue el ingreso en el Cau Ferrat de la colección púnica –vidrios y esculturas de terracota que Rusiñol obtuvo de la excavación que un año antes había realizado en Puig des Molins d’Eivissa. Con motivo del acto se desplazaron a Sitges algunas amistades de Rusiñol, como Arcadi Mas i Fontdevila (que residía en Barcelona), Antoni López, Josep Dalmau, Joaquim Cabot, J.M. Jordà y Oleguer Junyent, entre otras personas de los círculos artísticos de la capital.  
El Ayuntamiento entregó a Rusiñol una placa de cobre repujado y esmaltada creada por Marià Andreu con el escudo de Sitges y la siguiente inscripción: “Sitges, a son Fill Adoptiu Santiago Rusiñol. MCMXIII”. La placa se sufragó por subscripción popular y entró a formar parte de la “col·lecció del cor” que configura el Cau Ferrat.  
Aunque el artista ya no vivía en Sitges, continuaba llevando objetos de arte al Cau y mantenía contacto permanente con algunos de sus amigos sitgetanos. En las esporádicas visitas que realizaba a Sitges se encontraba con algunos de sus amigos y visitaba su Cau. Al mismo tiempo, seguía, con cierta pena, las obras de construcción del Palau Maricel, dirigidas por su amigo Miquel Utrillo, por encargo del coleccionista y filántropo, el industrial norteamericano Charles Deering.  
El homenaje del Hotel Subur y la distinción de Hijo Adoptivo fue el quinto reconocimiento público que Rusiñol recibió en menos de un año. En junio de 1912 le concedieron la Medalla de Oro en la Exposición Nacional de Bellas Artes, en Madrid, por la obra Fauno viejo, presentada con otros dos óleos de temática de jardines (Aranjuez y Valencia). A principios de verano de ese año fue objeto de otro homenaje en el restaurante Royal de Barcelona con  motivo de la concesión de la Medalla. En agosto del mismo 1912, la Associació de la Premsa Balear le organizó un acto de reconocimiento en Palma, con un discurso que pronunció Joan Alcover y con la participación, entre otros, de Gabriel Alomar. Por último, en Aranjuez, al finales del mismo año, le dedicaron un homenaje en forma de un álbum de firmas con cubiertas de forja y diseño de Julio Romero de Torres y de Salvador Bartolozzi, conservado actualmente en el archivo de Santiago Rusiñol en la Biblioteca Popular Santiago Rusiñol.  
Los Museus de Sitges rememoran la noticia del reconocimiento que el pueblo de Sitges realizó al artista hace ahora cien años. La directora-gerente del Consorci del Patrimoni de Sitges y biógrafa y especialista en Rusiñol, Vinyet Panyella considera que “el homenaje de 1913 fue especialmente interesante por lo que supone en la historia cultural de Sitges. Por un lado, se homenajea a Rusiñol en reconocimiento por todo lo que ha hecho en favor del arte en la localidad hasta ese momento, con la colección arqueológica ibicenca y diversas obras de vidrio, cerámica y escultura que entrega al Cau Ferrat. Por otro lado, los promotores del homenaje son dos personas vinculadas al Noucentismo en Sitges, como son el jóven Miquel Martínez Mestre y Miquel Utrillo que, desde el Maricel y desde su influencia en sitios como las Galeries Dalmau y la prensa de Barcelona da paso a los valores plásticos del Noucentismo. Lo que hace Utrillo es intentar la suma de un Modernismo en peligro aunque enaltecido como valor incuestionablemente establecido con la figura de Rusiñol con un Noucentismo ya onmipresente en el panorama artístico de esos años. Modernismo y Noucentismo conviven en Sitges a lo largo de la segunda y tercera década del siglo XX y ambas estéticas configuran nuestro legado patrimonial más importante en arte y arquitectura”.