Las obras de restauración de la barandilla de las terrazas del Palacio de Maricel han iniciado una nueva fase que inicialmente no estaba programada, ya que los trabajos han evidenciado la necesidad de ampliar el proceso. Esta nueva fase permitirá rehabilitar las partes interiores de la barandilla de las terrazas de la calle Fonollar, que han descubierto que se encontraban en mal estado una vez se ha hecho la primera intervención.
Los trabajos de reforma de la barandilla se iniciaron tras las fiestas de Navidad, después que se hubieran detectado diferentes grietas en la estructura. Ya durante el verano pasado se instaló una red protectora para evitar desprendimientos en la calle. Las tareas de rehabilitación de las últimas semanas han permitido descubrir que los óculos de la estructura se encontraban en un estado de degradación avanzado, que han obligado a ampliar las tareas. Los trabajos han aconsejado desmontar una gárgola para poder trabajar en mejores condiciones y asegurar todo el conjunto.
Los trabajos han supuesto ampliar la estructura metálica situada en la calle Fonollar i el Racó de la Calma, a fin de facilitar los trabajos y los sistemas de restauración. Una vez finalicen los trabajos rehabilitación, se aprovechará el andamio para pintar toda la fachada exterior que da a la calle Fonollar.
La situación del Palacio de Maricel, junto al mar, lo hace extremadamente vulnerable a los efectos climatológicos y el desgaste marino, lo que obliga a continuas tareas de mantenimiento. Estos trabajos son previos al proyecto de reforma del Palau, impulsado por el Ayuntamiento de Sitges i la Diputación de Barcelona, que esta previsto iniciar a finales de año. Este ambicioso proyecto elaborado por el Consorcio del Patrimonio de Sitges y titulado Reforma integral, rehabilitación, restauración y museización del Palacio de Maricel (1913-17) para adecuarlo como centro de actividades y de exposiciones temporales de Museos de Sitges, consistirá en la reparación de los problemas estructurales del edificio; la restauración de los elementos patrimoniales; la rehabilitación de la fachada y de las cubiertas; la redefinición de entradas y de circulaciones; la supresión de barreras arquitectónicas mediante la instalación de elevadores mecánicos; y la adecuación museográfica del edificio para la visita, de forma que permita la organización de exposiciones de formato medio.