La escultura ‘La Sirena’ de Pere Jou se ha trasladado este jueves para llevar a cabo los trabajos de conservación y restauración. Los operarios la han trasladado desde el inicio del espigón, que hay ante las escaleras de La Punta, hasta la planta baja de Can Falç. El Ayuntamiento de Sitges, con la colaboración de Museos de Sitges, impulsan esta intervención, que se alargará un par de meses con el objetivo de preservar la estatua de bronce, situada en la vía pública. La restauradora Mamen Fradera es la encargada de los trabajos de restauración para recuperar el espíritu original y emotivo de la obra.
El estado de conservación de ‘La Sirena’ ha ido sufriendo tanto física como estéticamente los efectos de la proximidad del mar y la presión turística. Con el paso del tiempo, el metal se va transformando por el alto nivel de humedad del aire cargado de sal, los factores climáticos y el incivismo de la gente. Las interacciones tanto físicas como químicas de la obra escultórica son relevantes. El daño físico también se ve a través de las grietas con señales de corrosión activa con sus colores verdes azules, que se han hecho más intensos y vivos, y las concreciones calcáreas y cristalizaciones.
El proceso de restauración se desarrollará en diferentes fases. Primero se hará la desalación porque ‘La Sirena’ está impregnada del ambiente marino y hay que sacarle las sales. Seguidamente, se llevará a cabo el estudio preliminar, en la que se harán las catas de limpieza y raspados. Después se hará la limpieza mecánica y química de la pieza y, a continuación los tratamientos químicos para detener la corrosión y estabilizar la escultura. Los trabajos de restauración de ‘La Sirena’ forman parte del programa para rehabilitar el patrimonio artístico local en el que también se han restaurado esculturas de la vía pública como el monumento al Doctor Robert y el cañón original del Baluard.
‘La Sirena’ fue creada y modelado con yeso por el escultor Pere Jou en 1955 y, posteriormente, un grupo de intelectuales promovieron en 1964 la fundición en bronce por suscripción popular. La obra fue terminada en 1965, un año después de la muerte del escultor. Después de pasar por varios emplazamientos, el año 2012 fue colocada al inicio del Espigón de las escaleras de La Punta, donde ya había estado anteriormente.