El Sitgestiu 2023 ha rozado el 100% en la asistencia en sus propuestas y ha permitido trazar un programa en el que han convivido las visitas guiadas, los conciertos, los talleres familiares, así como nuevas experiencias de difusión y exploración del patrimonio. El conjunto de actos programados durante los meses de julio y agosto han sumado 1.511 participantes, que suponen un 14,1% de aumento respecto al año pasado.
El análisis de los datos del Sitgestiu, pero sobre todo del desarrollo de los diferentes actos, permiten efectuar a Museus de Sitges un balance satisfactorio en la temporada en la que este programa cultural de verano ha celebrado su vigésimo quinto aniversario. La diversidad de las propuestas, su recepción positiva por parte de los visitantes y la oportunidad que ha generado para aproximarse al patrimonio de Sitges desde diversas facetas y fórmulas fundamentan la valoración positiva que realiza Museos de Sitges.
Los 1.511 participantes suponen un incremento respecto a los 1.324 registrados en 2022. El público ha estado integrado por una pluralidad de perfiles: turistas de diversas procedencias y nacionalidades, veraneantes y gente del territorio, tanto local como comarcal.
Las nuevas propuestas incorporadas este año en el Sitgestiu han sido bien recibidas por parte de los visitantes. Es el caso de la ruta Tres museos y una historia, que ha permitido visitar los museos del Cau Ferrat y de Maricel y el Palau de Maricel en un mismo itinerario; o los talleres sensoriales Las esencias del Modernismo y Respirar cuadros, además de la actividad de magia para los niños. La Cena de luna, que cerró el programa, resultó también un éxito relevante: agotó las plazas y supuso una conmemoración especial de los 25 años del Sitgestiu.
En esta edición se han recuperado, con notable éxito, dos propuestas que años atrás habían formado parte del programa del Sitgestiu: el concierto de castañuelas en el Palau de Maricel –que agotó las entradas– y el Jazz al Cau, que también llenó la sala. Otras actividades que destacaron en el cartel fueron la representación de Tosca y dos eventos que permitieron vincular diversas expresiones del patrimonio local, en sintonía con otras instituciones de la población: el maridaje de arte y vinos (con el Centre d’Interpretació de la Malvasia) y el Sitges más marinero (con la Confraria de Pescadors).