El Museu de Maricel abre las puertas a Fortuny, Rodin, Matisse, Dalí y los maestros del arte moderno
Marià Fortuny, Auguste Rodin, Edgar Degas, Picasso, Francis Picabia, Henri Matisse, Salvador Dalí y Joan Miró son algunos de los nombres que protagonizan la exposición Del Modernismo a las Vanguardias. Dibujos de las colecciones Mapfre, que se inaugura el jueves 28 de marzo en el Museu de Maricel y que constituye una completa radiografía del dibujo del paso del siglo XIX y XX, a través de algunos de los artistas de mayor relieve y prestigio. La exposición está comisariada por Ignasi Domènech, jefe de colecciones de Museos de Sitges y está organizada conjuntamente por el Consorcio del Patrimonio de Sitges y la Fundación Mapfre. Se puede ver hasta el 23 de junio.
Del Modernismo a las Vanguardias. Dibujos de las colecciones Mapfre exhibe una cuidada selección de 47 dibujos de los fondos de las colecciones de Mapfre. Se trata de una espléndida muestra de 33 figuras clave del arte de los siglos XIX y XX, como Marià Fortuny, Auguste Rodin, Edgar Degas, Joaquín Sorolla, Pablo Picasso, Henri Matisse, Francis Picabia, Paul Klee, Joaquín Torres García, Juan Gris, Joaquim Sunyer, Joan Miró o Salvador Dalí. Todas las obras forman parte de la colección Mapfre, creada en 1997 y que es uno de los fondos privados de mayor prestigio de España. La exposición se exhibe en la planta baja del Museu de Maricel, que hasta hace unas semanas acogió la muestra del Centenario de Maricel.
Del Modernismo a las Vanguardias. Dibujos de las colecciones Mapfre se muestra por primera vez en Catalunya, pero antes se ha podido ver en varios museos, como la Fundación Picasso (Málaga, 2001), el Museo de Bellas Artes de Cuba (La Habana, 2004), el Instituto Cervantes de Nueva York (2004-2005), el Museo Nacional de Arte de México (2007) o el Bass Museum of Art de Miami (2008), entre otros.
El dibujo como género por derecho propio
El dibujo ha sido, desde los orígenes de la historia de la humanidad, una de las expresiones inherentes a los individuos, a pesar de que a lo largo de la historia reciente, el coleccionismo de arte no ha mostrado un gran interés por el dibujo si se compara con la atención que ha recibido la pintura. El dibujo ha servido como un elemento de aprendizaje, de educación de las capacidades técnicas y estéticas de los creadores y muy a menudo reflejan como ningún otro soporte el genio creativo de su autor. Desde el siglo XIX y con el nacimiento del artista moderno, desatado voluntariamente de la tiranía del mercado, el dibujo ha traspasado el ámbito de la experimentación privada o de elemento de diseño de propuestas futuras para convertirse también en un género artístico por derecho propio.
El recorrido de la exposición Del Modernismo a las Vanguardias. Dibujos de las colecciones Mapfre se inicia con dibujos de carácter académico de dos artistas como Marià Fortuny y Joaquín Sorolla (ligados aún a la tradición pero que muestran unas cualidades expresivas que van más allá del clásico dibujo de formación, que se aprendía en las academias de bellas artes). A continuación se muestran dibujos de carácter novecentista como los de Joaquim Sunyer o Enric Casanovas, que dialogan con otros como los de Francis Picabia, Auguste Rodin o Egon Schiele.
La construcción de un lenguaje de carácter abstracto, de naturaleza geométrica y analítica en el horizonte del cubismo, queda reflejado con obras de Joaquim Torres García, Rafael Barradas, Juan Gris, Albert Gleizes o Sonia Delaunay. El sentido constructivo de la pintura y sus límites con la escultura se puede ver en otros dibujos como el collage de Alexander Archipenko o la Miniatura de Kurt Schwitters, con un espíritu dadaísta. Paralelamente, se muestran obras de artistas españoles que trabajaban en París, como Pablo Picasso o Juan Gris. La presencia privilegiada de estos artistas en la capital francesa les permitió entrar en contacto con la gestación del movimiento surrealista. Algunos de los autores presentes en la muestra fueron miembros activos del grupo y figuras esenciales del movimiento, como Salvador Dalí o Joan Miró.
La exposición finaliza con la apertura –después de la Guerra Civil– de nuevos caminos relacionados con el primitivismo o las formas puras como las de Ángel Ferrant, que conviven con los inicios del informalismo más gestual o matérico como es el caso del collage de Chillida que cierra la exposición.