Museus de Sitges estará presente en la destacada exposición que el Palazzo dei Diamanti de la ciudad italiana de Ferrara inaugura este domingo dedicada a la pintura catalana de finales de siglo. Dos obras muy significativas del fondo del Cau Ferrat han sido seleccionadas por Tomàs Llorens, comisario de la muestra: La morfinómana, de Santiago Rusiñol (1894) y Ball al Moulin de la Galette, de Ramon Casas (1890-91).
La exposición La rosa di fuoco: la Barcellona di Picasso e Gaudí es uno de los grandes eventos artísticos de la temporada en Italia. El que fue director del Museo del Prado, Tomàs Llorens, ha comisariado una muestra en la que ha estado trabajando años y que retrata el relevante papel que Barcelona y Catalunya tuvieron a finales del siglo XIX y principios del XX como foco de creación y difusión de la pintura moderna. La muestra exhibe obras de Antoni Gaudí, Pablo Picasso, Joaquim Mir, Hermèn Anglada Camarasa, Isidre Nonell y Juli González, además de Rusiñol y Casas, entre otras.
La lista de instituciones prestatarias refleja la dimensión y relieve de la exposición: el Centre Pompidou y los museos Orsay y Picasso, de París; la Tate, de Londres; la Colección Carmen Thyssen – Bornemisza y el Reina Sofía, de Madrid; el MNAC, el Museo Picasso, o el Institut del Teatre, de Barcelona o el Museu de Montserrat, además de diversas colecciones privadas.
La rosa di fuoco: la Barcellona di Picasso e Gaudí reproduce el estadillo creativo que vivió Barcelona durante el Modernismo en el terreno artístico, arquitectónico, musical y literario, siguiendo el modelo e influencia de París, ciudad en la que precisamente se reflejaron buena parte de los artistas del momento. La exposición subraya el carácter efervescente de la Barcelona de Gaudí, de Domènech y Montaner y de los primeros años de Picasso, que define como un período “fecundo e inquieto”, que se tradujo en la explosión creativa en las diferentes disciplinas de las artes.
El Ball al Moulin de la Galette, de Ramon Casas, y La morfinómana, de Santiago Rusiñol, son dos obras significativamente representantes de su tiempo y las trayectorias de ambos artistas. La obra de Casas es de las más solicitadas del fondo del Cau Ferrat para exposiciones temporales de primer nivel, mientras que la expresividad que muestra la mujer que retrata Rusiñol en su óleo de 115 centímetros también es una de las piezas mas relevantes de la colección del Cau.