Unos cuarenta miembros de la comunidad benedictina de Montserrat visitaron ayer el Cau Ferrat y el Museu Maricel con motivo de su tradicional salida de después de Pascua. La comitiva estuvo presidida por el Padre Abad Josep Maria Soler, que firmó en el Libro de Honor del Consorcio del Patrimonio de Sitges.
La comitiva fue recibida por el concejal Pep Moliné, en funciones de alcalde accidental, y estaba integrada también por mosén Josep Pausas, además del ex-abad Sebastià Bardolet y el padre Hilari Raguer. La directora de Museus de Sitges, Vinyet Panyella hizo de guía en el recorrido por el Cau Ferrat y el Museo Maricel, donde siguieron atentamente las explicaciones y comentarios sobre las colecciones, las obras y sus procedencias, con especial atención los episodios vinculados con Santiago Rusiñol y su estancia en Montserrat en 1896. Precisamente, los miembros de la comunidad benedictina se fotografiaron en el gran Salón del Cau Ferrat, bajo el gran óleo de Rusiñol donde retrata el monasterio. En el mismo Cau Ferrat, Panyella leyó unos fragmentos de las Oraciones rusiñolianas, mientras que los monjes entonaron unos cantos Montserrat.
La visita de la comunidad continuó en la parroquia de Sant Bartomeu y Santa Tecla, donde visitaron el depósito de arte litúrgico de la Colección del Doctor Jesús Pérez-Rosales, y el santuario del Vinyet.