El Carnaval de Sitges de este 2016 es el Carnaval de los modernistas. El personaje y grupo del Carnestoltes -que este año organiza el grupo No K-lia- está centrado en los artistas del Modernismo y otros personajes de sus obras, como el Greco, que propiamente ha asumido el papel del Rey del Carnaval.
El Arribo que ayer dio el pistoletazo de salida al Carnaval 2016 fue una maravillosa pasarela de personajes salidos directamente de las salas y las obras del Cau Ferrat. El espectáculo comenzó con el carro de La alegria que pasa -inspirado en la obra de Santiago Rusiñol musicada por Enric Morera-, que recorrió las calles del centro de la ciudad. El Arribo se trasladó al modernista Pont d’en Domènech, restaurado por el Ayuntamiento el año pasado, y mostró, uno a uno, Santiago Rusiñol, Ramón Casas, Enric Morera, Enric Clarasó, Miquel Utrillo y Charles Deering, entre otros, que desfilaron entre la multitud. Pero también aparecieron algunos personajes salidos directamente de las telas del Cau, como la Nena de la Clavellina o la Gitana de Albaycín, dos de las obras más emblemáticas de Rusiñol en el Cau, así como (Pere Romeu y Ramon Casas en un tándem "como en la obra de este segundo que expone el MNAC). También se exhibieron los dos Greco del Cau, reproducidos en gran formato: la Magdalena Peñín y Las lágrimas de San Pedro. Fue el momento previo a la esperada llegada del Greco, el gran protagonista de la fiesta, y quien los modernistas situaron en un pedestal, el mismo con el que surgió del Pont d’en Domènech ayer para reinar en el Carnaval de 2016 .
La brillante idea del grupo No K-lia -con la colaboración de museos de Sitges permite exponer al gran público las joyas y tesoros del Cau Ferrat, entre la sátira y el viaje a una época mágica que marcó la historia de Sitges. Los modernistas, ya a finales del siglo XIX, disfrutaban y vivían el Carnaval como una expresión de fiesta y cosmopolitismo vinculada a las tradiciones populares. De hecho, fue de Jueves Lardero de 1896 (un 13 de febrero, es decir, la próxima semana hará 120 años) cuando data la referencia documentada más antigua de la palabra xató, en una celebración en Can Carcolse en la que había, precisamente, Santiago Rusiñol.