La exposición La rosa di fuoco. La Barcellona di Gaudi e Picasso cerró la semana pasada con 50.075 visitantes durante los cuatro meses que ha permanecido abierta en el Palazzo dei Diamanti, de la ciudad italiana de Ferrara. La muestra ha reunido un centenar de obras de algunos de los más importantes museos de Europa, entre ellos el Cau Ferrat, que ha participado con La morfinòmana, de Santiago Rusiñol (1894) y Ball al Moulin de la Galette, de Ramon Casas (1890-91).
La rosa di fuoco. La Barcellona di Gaudi e Picasso ha sido uno de los grandes eventos culturales en Italia esta primavera pasada. La exposición –comisariada por Tomàs Llorens, ex director del Museo del Prado– ha ofrecido un esmerado retrato de la Barcelona del Modernismo, bajo la atracción de dos nombres universales como son Antoni Gaudí y Pablo Picasso. Además de obras de estos dos artistas universales, la exposición ha mostrado piezas de Joaquim Mir, Hermen Anglada Camarasa, Isidre Nonell, Juli González, Santiago Rusiñol y Ramón Casas, entre otros.
Lo más significativo ha sido la lista de museos prestatarios de las obras: el Centro Pompidou y los museos Orsay y Picasso, de París; la Tate, de Londres; la Colección Carmen Thyssen - Bornemisza y el Reina Sofía, de Madrid; el MNAC, el Museu Picasso, o el Institut del Teatre de Barcelona, el Museu de Montserrat o el Cau Ferrat, además de diversas colecciones particulares.
La exposición se ha complementado con diferentes actividades culturales organizadas por el Palazzo dei Diamanti, que han permitido subrayar el papel determinante que jugó Barcelona en la modernización cultural durante el cambio de siglo y como polo de artistas y también generador de creatividad.
La morfinòmana y Ball al Moulin de la Galette, regresaron a Sitges la semana pasada y el lunes se instalaron de nuevo en sus respectivos espacios del Cau Ferrat. El responsable de restauración de Museus de Sitges, Pep Pascual, ha velado por la seguridad de las dos obras durante su traslado de Italia a Cataluña. Ambas obras son de las más solicitadas del fondo del Cau Ferrat para exposiciones temporales, pero después de la cesión a Ferrara junto a óleos de los más significativos museos del continente quedarán por un largo espacio de tiempo en su sitio en el Cau Ferrat.