'Magdalena penitente con la cruz', por Doménikos Theotokópoulos "El Greco"

Pieza: Magdalena penitente con la cruz, por Doménikos Theotokópoulos "El Greco" (1541-1614)

Cronologia Hacia 1585-1590 (?)

Técnica: Óleo sobre tela

Medidas 106 x 95 cm. Firmada a la izquierda, bajo la calavera con letras griegas cursivas: "Doménikos Theotokópoulos e'poíei"

Colección: Antigua colección Santiago Rusiñol (1894). Museo Cau Ferrat. Número de inventario: 32.004

Descripción:

La Magdalena que estuvo en la colección de Pablo Bosch en Madrid y que Santiago Rusiñol, por indicación de Ignacio Zuloaga, adquirió en París el 28 de enero de 1894, con Laureà Barrau que actuó como mediador, es una obra emblemática. Sirvió como instrumento a los artistas catalanes del movimiento modernista para revalorizar y honrar la memoria del viejo maestro cretense, calificado de "Independiente" por "entregarse a los impulsos de su inclinación natural".

Su propietario, Santiago Rusiñol, al compararla con su compañero de adquisición, Las lágrimas de san Pedro, la describía de esta manera: "La santa está pintada en armonía distinta; es más dulce, más tendida en un lecho de colores abrasados, descrita en palabras más suaves. Los ojos grandes, grandísimos y metidos dentro del peso de su frente están húmedos de cariño y violáceos de dolor; cae recta la nariz, la boca es curvada por dos pliegues entre carmines rojizos; el cuello larguísimo y oculto entre los cabellos, deja adivinar el cuerpo histérico y enfermizo con primores virginales y ángulos de sufrimiento."

En efecto, tal como se deduce del comentario de pintor catalán, la fórmula que El Greco usó para representar la Magdalena es bastante diferente, y de todas, la menos veneciana; nos encontramos ante una Magdalena pensativa, en meditación ante el crucifijo y en actitud de señalar la calavera con la mano izquierda para indicar cómo es de corta la vida, una Magdalena que ha conseguido la paz de espíritu a través del arrepentimiento. Al parecer, la oración y la penitencia han regenerado a la mujer pecadora para convertirla en santa y, como antes, tampoco hay lágrimas en su cara, pero la diferencia se encuentra en el hecho de que aquí parece que ya se han derramado todas. No hay vestigios de su lujuria, ni tampoco figura el bote de los ungüentos, pero conserva su juventud y su excepcional belleza, ahora espiritualizada; nada se puede adivinar de su cuerpo cubierto con un austero manto rojizo de empaste grueso, un trozo de espléndida pintura. Esta creación del pintor de Candía es una variante del asunto en versión española, una aportación iconográfica nueva que, aunque se remite al lejano modelo ticianesco, sólo acusa la influencia en el colorido y en la técnica pictórica y está exenta de aquel lenguaje profano que Theotokópoulos conoció en la ciudad de las lagunas.

La excelente factura pictórica es testigo de la inconfundible maestría de Dominico Greco; se perciben detalles minuciosos en el tratamiento de las carnaciones y de una manera especial en la mano derecha y en la oreja de la santa, de finísima ejecución y con sensaciones táctiles que se insinúan en el acto de acariciar la cabellera de color castaño claro, con tenues reflejos rubios.

La excelente factura pictórica es testigo de la inconfundible maestría de Dominico Greco; se perciben detalles minuciosos en el tratamiento de las carnaciones y de una manera especial en la mano derecha y en la oreja de la santa, de finísima ejecución y con sensaciones táctiles que se insinúan en el acto de acariciar la cabellera de color castaño claro, con tenues reflejos rubios.

El estado actual de conservación de la tela de Sitges es más que aceptable, si se tiene en cuenta que sufrió una restauración discutible antes de que Santiago Rusiñol la comprara; aproximadamente cincuenta años más tarde fue intervenida con criterio ejemplar por los responsables del taller del Museo de Arte de Cataluña.

Exposiciones:

Sitges, Reunión temporal d’obres de El Greco existents als museus de Catalunya, juny de 1936.

Washington/ Madrid/ Toledo (Ohio)/ Dallas. El greco en Toledo, 1982-1983.

Tòquio/Nara/ Aichi, El Greco Exhibiton, 1986-1987.

París, De Greco à Picasso, 1987-1988.

Barcelona, El Greco. Su revalorización por el Modernismo catalán, 1996-1997.

Bibliografía básica:

Álvarez Lopera, José: El Greco. La obra sencial. Madrid, 1993.

Camón Aznar, José: Dominico Greco 2 vol. 2a ed. corregida y ampliada. Madrid, 1970.

Gudiol, José: Doménikos Theotokopoulos, El Greco, 1541-1614. Barcelona, 1971.

Mayer, August L.: Dominico Theothocopuli, El Greco. Kritisches und illustriertes Verzeichnis des Gesamtwerkes. Munic, 1926.

Pita Andrada, José Manuel / Álvarez Lopera, José: El Greco. Madrid, Carroggio, 1985.

Autoria de la fitxa: Maria Margarita Cuyàs