Historia de los museos

Introducción

La historia de los museos de Sitges está estrechamente vinculada al coleccionismo artístico desde sus orígenes y de bastante antes de la apertura de su primer museo público, el Museo del Cau Ferrat (1933). Tanto la colección artística que el pintor y escritor Santiago Rusiñol, forma muy joven, siendo discípulo del pintor Tomás Moragas, en la que inicialmente predomina la forja y las obras y objetos de arte antiguo, como la del industrial, filántropo y coleccionista Charles Deering formada por Miquel Utrillo paralelamente a la construcción del Palau de Maricel (1910-1921) son fruto de la voluntad y de la constancia con el fin de configurar conjuntos artísticos para disfrutar y para admirar.

Los años fundacionales (1931-1939)

Lo que había sido la casa-taller de Santiago Rusiñol a lo largo de los años noventa del siglo XIX y el taller-museo, es legado a Sitges por el amor profesado a esta población, según se lee textualmente en su disposición testamentaria a la muerte del artista (1931). En 1933 se convierte en museo público gracias a las gestiones del director del Museo de Arte de Cataluña, Joaquim Folch i Torres. Desde aquella fecha el Museo del Cau Ferrat es el decano de los museos de Sitges.

Con la colección de Charles Deering sucede todo lo contrario. En 1921, por desavenencias con Miquel Utrillo, se lleva las colecciones de arte de Maricel. Las dependencias de sus residencias y del Palau quedan vacíos mostrando paredes, techos y azoteas de un complejo artístico y suntuario de gran valor artístico y arquitectónico, uno de los más preclaros exponentes de la arquitectura novecentista, tal como había sido ya reconocido desde los primeros años de la construcción.

En 1932 Joaquim Folch i Torres alquila a los descendientes de Deering el Palacio de Maricel con la idea de expandir las colecciones artísticas del Cau Ferrat, verdadero epicentro de la museografía sitgetana. En 1933 instala la Colección de forja de la Junta de Museos, como complemento de la gran colección de forja de Santiago Rusiñol ubicada en el Cau Ferrat. La Junta aporta también una gran parte de obras del Museo de Reproducciones.

El Palau de Maricel da cabida a la Colección de Arte de la Villa de Sitges, iniciada en 1911 con la adquisición del cuadro de Joaquim Sunyer, Maternitat (óleo, 1908), adquirido por suscripción popular a raíz de la exposición de el artista en las Galerías Laietanes de Barcelona ese año. A esta y otras obras propiedad de la Villa se añaden los depósitos efectuados por parte de la Junta de Museos con la voluntad de perfilar y completar un discurso de pintura sitgetana de gran calidad y significación. Son obras como La processó de San Bartomeu, de Felip Masó; La recolecció de la malvasia, de Joaquim de Miró, o En Malavida y En Tirano de Santiago Rusiñol.

En 1936 se instala la Colección de Marinería de Emerencià Roig i Raventós dada a la Villa de Sitges por su hermano José para que fuera administrada por el Patronato del Cau Ferrat. Y, aunque, en junio de ese mismo año, se convierte en la exposición de cuadros del Greco de propiedad pública en Cataluña. De esta manera y gracias a Joaquim Folch i Torres el Palau de Maricel se convierte en la sede museística para nuevas colecciones artísticas hasta que en 1970 cierra sus puertas.

El edificio de enfrente que había sido la residencia de invierno de Deering, contigua a su residencia oficial y que era la casa medianera entre Maricel y el Cau Ferrat, conocida como Can Xicarrons, con la partida de Deering tiene otro destino. El americano hace donación al pintor Ramón Casas, con quien le une una gran amistad. La residencia de Deering a Maricel situada entre la calle Fonollar y la fachada marítima quedó en poder de los herederos de Deering hasta 1.969.

Bajo el franquismo y más allá (1940-1994)

Con el cambio de régimen el Museo del Cau Ferrat y el Patronato del Cau Ferrat constituido en 1933 durante la República para regir el Museo y su ampliación a Maricel quedan fuertemente condicionados y limitados por el franquismo: la abolición de las instituciones de autogobierno, la depuración y la expulsión de Joaquim Folch i Torres de la dirección del Museo de Arte de Cataluña, el traspaso de todo lo que había regido la Generalitat a la Diputación de Barcelona y los vaivenes políticos de la Diputación y el Ayuntamiento de Sitges. El Patronato del Cau Ferrat mantiene por unos años su vigencia pero con nulas posibilidades de retornar al empuje institucional y creativa de los años treinta. La Junta de Museos queda circunscrita al Ayuntamiento de Barcelona. La gobernabilidad y las finanzas del Museo del Cau Ferrat y del Palai de Maricel entran en una crisis creciente que los lleva a la insostenibilidad económica y técnica.

El 21 de enero de 1966 se firma un acuerdo entre el Ayuntamiento de Sitges y la Diputación de Barcelona para resolver la situación, en favor de la Diputación de Barcelona. El Cau Ferrat se cierra en 1966 por un año mientras se realizan trabajos de mantenimiento. En 1968 la Diputación se hace cargo de la plena gestión del Cau Ferrat y del Palacio de Maricel, enterrando definitivamente el Patronato del Cau Ferrat.

En 1949 se ha abierto un nuevo museo de Sitges, el Museo Romántico instalado en Can Llopis. El último descendiente de la estirpe, el diplomático Manuel Llopis de Casadas (1885-1935) legó la casa solariega a la Generalitat de Cataluña. Los avatares de la guerra y de la posguerra retrasaron la recepción de la herencia, que los herederos ofrecieron de nuevo en 1943 en la Diputación de Barcelona. Seis años más tarde el museo abre sus puertas en una primera fase y progresivamente se abre al público la totalidad del edificio. En 1961 se instala en el segundo piso la Colección de Muñecas de la pintora y dibujante Lola Anglada.

El conjunto de Maricel presenta una situación más compleja. En 1952 el Ayuntamiento de Sitges compra a los herederos de Charles Deering el Palacio de Maricel, que pasa a ser de propiedad íntegramente municipal. Muerto el pintor Ramon Casas sin descendencia directa (1934) la casa que Deering le había dado pasa a sus parientes Rocamora, hasta que la compra la Diputación de Barcelona (1973). El edificio de la fachada marítima que había sido la residencia de Deering continúa cerrado y en desuso hasta que en 1969 es adquirido por la Diputación de Barcelona para instalar la Colección de Dr. Jesús Pérez-Rosales. Con la apertura del nuevo museo denominado Maricel de Mar se cierran definitivamente las dependencias y colecciones del Palau de Maricel, que quedan arrinconadas y en condiciones deficientes de conservación hasta 1995.

La llegada de la Colección del Dr. Jesús Pérez Rosales y su instalación en el Museo de Maricel forma parte de la historia de la política cultural del tardofranquismo y de sus efectos en la estructura museística de la Diputación de Barcelona y de los museos de Sitges. Constituye la otra cara de la moneda del proceso de intervención de la Junta de Museos de Cataluña respecto la ampliación del Cau Ferrat y la instalación del Museo de reproducciones.

Entre 1975 y 1995 se producen varias tentativas de carácter cívico raíz de la Diputación de Barcelona y del Ayuntamiento de Sitges, todas infructuosas, para reconstituir el Patronato del Cau Ferrat o, cuando menos, la reapertura y dignificación de las colecciones artísticas cerradas, así como para impulsar la modernización y el crecimiento de los Museos de Sitges. Los Museos no cuentan con otra plantilla que la de los conserjes que se hacen cargo de la atención al público, y con la figura de un conservador o un director perteneciente a la estructura orgánica de la Diputación de Barcelona que ocasionalmente ocurre visita. La benemérita tarea que llevar a cabo la conservadora Assumpta Gou i Vernet a finales de los años setenta hasta la constitución del Consorcio del Patrimonio de Sitges es desatendida por parte de las autoridades administrativas y políticas del momento. El Palau de Maricel convierte sede de congresos y actividades diversas congresos por el destino que le dio el Ayuntamiento de Sitges a partir de 1979. El Museo del Cau Ferrat y el Museo Maricel de Mar, así como Can Rocamora y el Palau de Maricel, carentes de tareas regulares de mantenimiento en toda la problemática estructural que sufren, de conservación preventiva y de adaptación a la normativa técnica y de instalaciones, se van degradando estructuralmente hasta límites que ponen en peligro su sostenibilidad, la conservación de las obras de arte y su carácter de museos abiertos al público.

El Consorcio del Patrimonio de Sitges (1994 -)

En 1994 se inicia la última etapa de los museos de Sitges con la constitución del Consorcio del Patrimonio de Sitges, el organismo de dirección y gestión de los museos de Sitges. Se constituye por y entre la Diputación de Barcelona y por el Ayuntamiento de Sitges, cada una de las cuales aporta al cincuenta por ciento edificios patrimoniales y colecciones artísticas. Por parte de la Diputación de Barcelona, el Museo de Maricel, con la Colección del Dr. Jesús Pérez Rosales y el Museo Romántico, con la Colección de Muñecas de Lola Anglada; por parte del Ayuntamiento de Sitges, el Museo del Cau Ferrat y el Palau de Maricel con el respectivo contenido más la Colección de Marinería de Emerencià Roig i Raventós.

En 1995 la Colección de Arte de la Villa de Sitges y la de Marinería fueron instaladas en el segundo piso del Museo de Maricel, mientras que la Colección de Forja de la Junta de Museos y el Museo de Reproducciones van permanecer en las dependencias del Palacio del Palacio de Maricel, carentes de proyecto museográfico.

El Proyecto de restauración, acondicionamiento y remodelación del conjunto de edificios del Museo Maricel de Mar, Can Rocamora y Museo del Cau Ferrat de Sitges emprendido desde el Consorcio del Patrimonio de Sitges en 2009, tiene como objetivos generales el saneamiento y consolidación estructurales de los edificios, el cumplimiento de las normativas de instalaciones, seguridad y acceso y la restauración de los elementos artísticos interiores y exteriores de los edificios. El proyecto es sufragado por parte del Ministerio de Fomento con cargo al Programa del 1% cultural, la Diputación de Barcelona y la Generalitat de Cataluña. Iniciado en 2010 ha finalizado a finales de 2014. Asimismo se ha elaborado en paralelo el nuevo proyecto museográfico de dichos edificios y ha culminado su implementación, íntegramente sufragada por la Diputación de Barcelona.